lunes, 3 de noviembre de 2014



Seguimos con poesía y canciones, estos días de lluvia y amarillos y rojos y viento...días de recuerdo de los que ya se fueron, de los que perdimos y, sin embargo, siguen con nosotros gracias, precisamente, a que los recordamos cada día...

http://youtu.be/c0vRPkmLoCc


Y tendrá tus ojos
(José Antonio Labordeta)

Vendrá el otoño y tendrá tus ojos
tus ojos dulces de esos atardeceres
en que la mar se siente estremecida
por el sabor a párpado del cielo;
vendrá el otoño y tendrá tus ojos.

Vendrá el invierno y tendrá tus labios
los labios tenues que besan con asombro
la nieve hermosa que cubre las praderas
como cansinos pájaros de hielo;
vendrá el invierno y tendrá tus labios.

La primavera será como tu cuerpo
cubierto siempre de árboles y nidos,
de mansos lagos y besos detenidos
contra las noches de estrellas y de ríos;
la primavera será como tu cuerpo.

Vendrá el estío y tendrá tus manos,
tus manos llenas de risas y de olvidos
para cruzar con ellas y contigo
la eternidad por la que hemos crecido;
vendrá el estío y tendrá tus manos



(José Antonio Labordeta)
Y en las hermosas luces del otoño
oigo tu voz de nuevo compañera
agrietando los riscos y los valles
para seguir andando hacia delante
con la esperanza tenue de las lluvias.

Amarillea todo
hasta ese cielo azul que nos cobija
cuando octubre y noviembre
se desgranan despacio por la tierra.

Amarillea todo
hasta esos pájaros que huyen
de las primeras voces
de la niebla.

Amarillea todo
hasta ese buen cansancio
que el camino produce
en la vereda.

Y a orillas de las huertas
como mensajes póstumos del hombre
se alzan piras de humo
y de silencio.

Sobre la tarde quieta
con los cierzos parados al oeste
sube desde la tierra
un vaho tranquilo
que lo emborrona todo.

Y es precisamente,
en esos días
cuando más te enternezco tierra mía,
tierra de mil colores
a la que un día
dejaré que me abraces
y me duermas
sobre tu seno hondo
bajo el otoño dulce que te anida.



Pedro Guerra ( A veces, en Octubre, es lo que pasa (La palabra en el aire)

http://youtu.be/ZvpZb3U1vd0

Cuando nada sucede,
y el verano se ha ido,
y las hojas comienzan a caer de los árboles,
y el frío oxida el borde de los ríos
y hace más lento el curso de las aguas;

cuando el cielo parece un mar violento,
y los pájaros cambian de paisaje,
y las palabras se oyen cada vez más lejanas,
como susurros que dispersa el viento;

entonces,
ya se sabe,
es lo que pasa:

esas hojas, los pájaros, las nubes,
las palabras dispersas y los ríos,
nos llenan de inquietud súbitamente
y de desesperanza.

No busquéis el motivo en vuestros corazones.
Tan sólo es lo que dije:
lo que pasa.


Poema 6

http://youtu.be/RQ7Vva0TH6M

Te recuerdo como eras en el último otoño.
Eras la boina gris y el corazón en calma.
En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo.
Y las hojas caían en el agua de tu alma.

Apegada a mis brazos como una enredadera,
las hojas recogían tu voz lenta y en calma.
Hoguera de estupor en que mi sed ardía.
Dulce jacinto azul torcido sobre mi alma.

Siento viajar tus ojos y es distante el otoño:
boina gris, voz de pájaro y corazón de casa
hacia donde emigraban mis profundos anhelos
y caían mis besos alegres como brasas.

Cielo desde un navío. Campo desde los cerros.
Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma!
Más allá de tus ojos ardían los crepúsculos.
Hojas secas de otoño giraban en tu alma.

Lee todo en: Poema VI de Pablo Neruda - Te recuerdo como eras en el último otoño... http://www.poemas-del-alma.com/poema-6.htm#ixzz3H04g30nY



Llueve,
detrás de los cristales, llueve y llueve
sobre los chopos medio deshojados,
sobre los pardos tejados,
sobre los campos, llueve.

Pintaron de gris el cielo
y el suelo
se fue abrigando con hojas,
se fue vistiendo de otoño.
La tarde que se adormece
parece
un niño que el viento mece
con su balada en otoño.

Una balada en otoño,
un canto triste de melancolía,
que nace al morir el día.
Una balada en otoño,
a veces como un murmullo,
y a veces como un lamento
y a veces viento.

Llueve,
detrás de los cristales, llueve y llueve
sobre los chopos medio deshojados,
sobre los pardos tejados
sobre los campos, llueve.

Te podría contar
que esta quemándose mi último leño en el hogar,
que soy muy pobre hoy,
que por una sonrisa doy
todo lo que soy,
porque estoy solo
y tengo miedo.

Si tú fueras capaz
de ver los ojos tristes de una lámpara y hablar
con esa porcelana que descubrí ayer
y que por un momento se ha vuelto mujer.

Entonces, olvidando
mi mañana y tu pasado
volverías a mi lado.

Se va la tarde y me deja
la queja
que mañana será vieja
de una balada en otoño.

Llueve,
detrás de los cristales, llueve y llueve
sobre los chopos medio deshojados...

Fuente: musica.com
Letra añadida por sainna


Joan Manuel Serrat

http://youtu.be/lr7YxVpzaxc







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