En su página web oficial, www.angelguinda.com, reconoce que no nació poeta: Sentado una tarde , a los dieciséis años, en un banco del Paseo de la Constitución de su ciudad natal, meditando frente a una escultura de amantes emparaguados, la poesía se le apareció, poseyéndole (sic). Desde entonces existe y resiste a golpes de versos.
"En la literatura busco aprender a ser mejor persona", afirmó en varias ocasiones, y las lecturas que más le impresionaron y de las que más aprendió fueron las Rimas de Gustavo Adolfo Béquer y las Flores del mal, de Baudelaire. Continuó su labor de búsqueda de la belleza en poemas cuyos autores pasaron a ser los autores de su vida, tales como Rosalía de Castro, Virgilio, Antonio Machado, Ugaretti, Quasimodo, Montale, Pedro Salinas, Cernuda, Kavafis ... Y aplicó a su poesía lo que había estado buscando y viviendo: "la poesía es, siempre, una aparición. O desaparece ella o desaparezco yo".
Os dejamos aquí un poema que invita a una risa inteligente (y a una reflexión) y el enlace a su página web, no dejéis de visitarla, merece la pena.
Ángel Guinda es un poeta con mayúsculas, ¡reivindiquemos lo nuestro!
CajasLo diría una indígena y tendría razón.
“Ustedes tienen la vida organizada en cajas.
Nacen y les depositan en una cajita,
su casa es una caja, y las habitaciones
son cajas más pequeñas.
Suben a la casa en una caja,
bajan a la calle en una caja.
Viajan en una caja.
Duermen y hacen el amor sobre una caja.
A través de una caja ven el mundo.
Cambian de casa: lo meten todo en cajas.
Los Bancos y las Cajas hacen caja.
Y cuando mueren les introducen también en una caja.”
Todo está hecho para que encajemos.
Nos encajan la vida.
Algunos no encajamos, y nos desencajamos.
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